PAMPLONA 1423. El rey, la ciudad y el euskera.

Se cumplen 600 años desde que el rey de Navarra Carlos III el Noble otorgaba a Pamplona el llamado Privilegio de la Unión. Fue el 8 de septiembre de 1423. Hasta entonces, podía decirse que la capital del reino tenía un nombre, tres cuerpos y otras tantas almas. En adelante, los burgos de San Cernin, San Nicolás y Navarrería, que habían sido completamente independientes entre sí, pasarían a ser una sola ciudad. El decreto real plantaba así la semilla de lo que Pamplona sería en el futuro, pero esa semilla tardaría mucho tiempo en dar sus frutos.

Según la creencia tradicional, al hacerlo el rey pretendía acabar con los enfrentamientos entre tres comunidades con marcadas diferencias étnicas. De un lado, los “franceses” de San Cernin, de otro, los “franconavarros” de San Nicolás y de otro, los “navarros” de la Navarrería. El clímax de esas luchas se habría alcanzado siglo y medio antes con la destrucción de la vieja Iruña, la Navarrería, a manos de los otros dos burgos. Pero, las causas de ese enfrentamiento ¿eran étnicas, políticas o económicas?, ¿fue idea del rey fusionar la ciudad en un sólo municipio? Y, sobre todo, ¿consiguió el Privilegio acabar con el problema, como se dice?

Este libro nos transporta a la Pamplona de principios del siglo XV. Nos muestra una ciudad sumida en una profunda crisis, dividida y con enormes retos ante sí. Haciendo uso de las herramientas de la Historia, pero también de la Sociología y de la Lingüística, pretende mostrar qué unía y qué enfrentaba a los pamploneses y pamplonesas de hace seis siglos. Aspira a descubrir por qué entonces –y no antes ni después- Carlos III se decidió a decretar la unión de la ciudad. Y, cómo no, este libro pretende responder a una cuestión que hoy nos interesa y sobre la que hay bastante confusión: ¿de verdad estaban divididos los habitantes de Pamplona en distintas comunidades lingüísticas? ¿qué lengua o lenguas se hablaban en la ciudad?

Para responder a todas estas apasionantes cuestiones, la investigación que resume este libro recopila los más recientes estudios sobre la ciudad. Igualmente, vuelve a reinterpretar los documentos conocidos desde hace tiempo, pero sobre todo incorpora otros novedosos. Entre estos, el que puede considerarse el primer censo de familias de Pamplona, el de 1435, una foto de la ciudad de la que se obtienen sorprendentes conclusiones y que se reproduce aquí en su integridad.