¡MALDITOS SEÁIS!
No me avergoncé del evangelio.

El sacerdote Marino Ayerra Redín llegó en 1936 a la localidad navarra de Alsasua, para proceder a hacerse cargo de la parroquia. Apenas unos días después de su llegada, comenzaban a aparecer muertos por las cunetas, asesinados. Este sacerdote, nos cuenta en esta emocionante y verídica historia los hechos que allá acontecieron, crudos, duros. Un libro que, de primera mano, nos relata, los salvajes hechos que ocurrieron en Alsasua en plena guerra civil. Todo ello lo escribió y fueron publicadas sus memorias, años después, en Argentina, una vez colgados los hábitos.

El papel de la iglesia católica o parte de ella queda en entredicho. ¿Qué papel jugó? ¿Hizo algo para parar esa barbarie?

Este libro quiere homenajear a todos y todas aquellas que fueron asesinados, en una barbarie de proporciones brutales.